viernes, 30 de noviembre de 2012

Postura que asume el alumno y factores que la provocan



 El estudiante dependiendo las técnicas de enseñanza con las que interactué asume ciertas posturas. Una de las principales preocupaciones del alumnado es satisfacer las expectativas del maestro. Inclusive hoy en día, cuando la palabra del profesor ha dejado de ser una ley indiscutible y existe más apertura al dialogo y la discusión, el maestro y lo que el imparte tiene una gran influencia en los pensamientos de los estudiantes. El alumnos siente más comodidad en asumir el rol de receptor, que se investigador. No todos los estudiantes, pero si una gran parte de ellos, al realizar sus trabajos escolares dentro y fuera de la escuela, invierten el menos tiempo posible cumpliendo con lo requerido sin interesarse en profundizar en sus investigaciones.

Es labor del docente, fomentar en ellos el espíritu investigador y critico. Muchos de los estudiantes creen que investigar es buscar en google, wikipedia o monografías, sin despreciar los contenidos de estas fuentes, existen otras muchas más que podrían desglosar información más documentada o con otros enfoques. Es deber del docente el enseñar al alumnado a clasificar, cuestionar, cotejar, corroborar, es decir, validar la información recopilada para poder emitir una opinión propia del tema.


Una de las desventajas de la aplicación excesiva del conductismo, es que los alumnos asumen que deben recibir una gratificación por sus esfuerzos. 

Pierden el interés en realizar actividades que no les prometan una recompensa atractiva y se vuelven apáticos. Para prevenir estas actitudes no deseadas, se puede ir sustituyendo este tipo de reforzadores promoviendo la autorregulación en el alumnado y concientizándolos acerca de los beneficios que una buena educación puede traerles en una vida próxima, pero más importante aún, en su vida cotidiana. De este modo, no requerirán de estímulos externos para invertir el mayor esfuerzo e interés en su educación.


Con estos pocos ejemplos, podemos darnos cuenta de lo importante que es el maestro en la formación de las personalidades de los educandos. Debemos ser para ellos el ejemplo, el guía y el amigo. Al propiciar el acercamiento nos daremos la oportunidad de aprender de ellos,  de sus pensamientos, de sus reacciones, etc. y eso nos permitirá crecer en nuestra practica profesional.


Ing. Natividad de María Ortiz Acuña

jueves, 29 de noviembre de 2012

Rol del docente a través de los paradigmas educativos



 La importancia del docente como uno de los protagonistas en el proceso de enseñanza-aprendizaje ha prevalecido en cualquier época, contexto o modelo pedagógico. A través de los diferentes paradigmas educativos, el maestro ha tomado distintos roles, estos han influenciado en alguna medida las practicas actuales. Consciente o inconscientemente el docente asume facetas dependiendo de las técnicas que aplica.



Por ejemplo, cuando se transmiten los contenidos sin dar oportunidad para la discusión y el análisis, porque la palabra del maestro es un hecho, se toma el papel del maestro tradicionalista. Entonces, nos convertimos en el centro del proceso de enseñanza ofreciendo en una forma narrativa o expositiva una gran cantidad de información, y medimos el aprendizaje en base a la capacidad de memorización de los estudiantes. Eugenia Brenes Rojas y Marta Porras Ortega definen al maestro tradicional en su libro Teoría de la educación, en el texto:


“El maestro era un espejo en el que debía contemplarse el alumno, porque el maestro reflejaba el ideal humano de la sociedad” (p. 362)[1]



Cuando intentamos captar el interés del alumno por medio de estímulos, asumimos el rol del maestro conductual. Estas técnicas donde se hace uso de los estímulos y reforzadores se aplica más claramente en la regulación de la disciplina dentro y fuera de las aulas mediantes refuerzos positivos ante una buena conducta del alumno. Skinner (1970) define al maestro en su teoría como sigue:



 “El maestro debe verse como un ingeniero educacional y un administrador de contingencias […] capaz de manejar hábilmente los recursos tecnológicos conductuales […] para lograr con éxito niveles de eficiencia en su enseñanza y sobre todo en el aprendizaje de sus estudiantes”[2]

En el mundo tan complejo como es el en que vivimos actualmente en los programas actuales se exige que le docente sea capaz de desarrollar o fomentar en el alumnado una serie de competencias y atender los 4 pilares de la educación definidos por la UNESCO. El aprender a aprender, aprender a hacer, aprender a ser y aprender a vivir juntos, no son conceptos nuevos. Estos han sido estudiados con anterioridad por psicólogos, filósofos y pedagogos, es decir, se han estudiado desde diferentes perspectivas. Estos personajes han documentado sus investigaciones y marcado líneas de acción por parte de los docentes en sus diversas teorías. Denise Vaillant (2005), reconoce la evolución necesaria de los docentes para enfrentarse al entorno socio-cultural y tecnológico actual del alumnado en la revista PRELAC:
“Para responder a las nuevas exigencias que hoy tienen nuestros sistemas educativos seguimos confiando en maestros y profesores a los que exigimos habilidades, competencias y compromisos cada vez más complejos […] Las nuevas demandas y conocimientos sociales inciden en la demanda de una redefinición del trabajo del docente, de su formación y de su desarrollo profesional. […]A los alumnos les llega la información por múltiples vías: la televisión, la radio, Internet. Los docentes no pueden permanecer al margen de estos nuevos modos de construcción de la realidad cotidiana.”[3]

Es verdad que el maestro en la actualidad podría no tener el prestigio que antes tenía, que inclusive sea acusado del bajo aprovechamiento del alumnado, que sea criticado y cuestionado en sus prácticas, sin considerar las carencias a las que se debe enfrentar en comparación con la educación en otros países con un nivel de aprendizaje superior. Pero no debemos desmotivarnos, el docente tiene la responsabilidad de formación de las generaciones venideras, en la medida en que seamos capaces de hacer el optimo uso de los recursos con los que se cuenta, por muy escasos que estos sean, podremos ser participes y testigos del aprender, como un despertar en los alumnos. El estimular en ellos el pensamiento crítico, el análisis, la experimentación y comprobación, los ayudaran a superar con éxito los obstáculos que puedan presentarse a lo largo de su vida, a no quedarse en el camino, a seguir instruyéndose y construyendo su personalidad.

Ing. Natividad de María Ortiz Acuña




[1] Eugenia B. R., Marta P. O. Teoría de la educación. San José. CR. UNED. 1. 1991.
[2] Skinner, B. F., Tecnología de la enseñanza. Barcelona: Labor, 1970.
[3] Denise Vaillant. (2005, Junio). Reformas educativas y rol de docentes. Revista PRELAC, 38, 38-52.

Función de la escuela con el paso del tiempo



"Escuela es... el lugar donde se hacen amigos. No es edificios, salas, cuadros, programas, horarios, conceptos. Escuela es, sobre todo, gente. Gente que trabaja, que estudia, que se alegra, se conoce, se estima. El/la directora es gente. El/la coordinador/a es gente, el profesor, la profesora es gente, el alumno, la alumna es gente, y la escuela será cada vez mejor en la medida en que cada uno/una se comporte como colega, como amigo, como hermano. Nada de islas cercada de gente por todos lados. Nada de convivir con las personas y descubrir que no se tiene a nadie como amigo. Nada de ser como block o ladrillo que forma la pared. Importante en la Escuela no es solo estudiar, no es solo trabajar, es también crear lazos de amistad. Es crear ambientes de camaradería. Es convivir, es sentirse “atada a ella”. Ahora, como es lógico…. en una escuela así va ser fácil estudiar, trabajar, crecer, hacer amigos, educarse, SER FELIZ. Es así como podemos comenzar a mejorar el mundo". Paulo Freire
Texto visto en El Blog Escolar   - Un pensamiento muy interesante y conveniente considerarlo en la práctica docente.


La escuela con el paso del tiempo ha tenido distintas funciones. En el modelo tradicional, las escuelas se situaban en los templos religiosos, desde catedrales hasta parroquias. Estaban orientados a impartir las escrituras religiosas, para resguardar a los fieles de las tentaciones y apetencias naturales. A su vez, enseñaban lenguaje y escritura, así como las ciencias exactas, tan profundamente como les competía de acuerdo a su función social.

El modelo romántico fue representado por Juan Jacobo Rousseau y Alexander Sutherland Neill. El primero no destina una institución educativa diseñada exclusivamente para propiciar el ambiente de aprendizaje, ya que buscaba el resguardo del niño a influencias externas para promover el desarrollo de criterios y pensamientos propios. Pero Neil, en su escuela de Summerhill, le asigna la tarea de preparar a los niños para ser capaces de encontrar una felicidad propia. Como para él una persona debe ser libre para poder ser feliz, elimina la autoridad y la jerarquía; y diseña a Summerhill como una escuela democrática.

Actualmente la escuela está influenciada por los modelos cognoscitivos, con intenciones de construcción, apropiación y jerarquización de los aprendizajes que se les van impartiendo. Se busca fomentar la autonomía, como uno de las tantas competencias necesarias para afrontar las distintas situaciones que se les presenten a lo largo de la vida. Esto es lo que está plasmado en los programas educativos, en ellos se considera también el ambiente social y cultural de influencia, al igual que promueve el trabajo en equipo y el aprendizaje entre pares o iguales, puntos clave en la teoría de Vygotsky.

Lamentablemente, no siempre lo plasmado en los programas educativos puede llevarse a la práctica por distintos obstáculos que pueden presentarse ya en las aulas. La implementación de programa basado en competencias es relativamente nueva, aun existen maestros resistentes a los cambios, o que por comodidad prefieren fungir como meros transmisores de contenidos, como en lo que Freire denomina educación bancaria. Algunos otros, aun utilizan los estímulos para inducir ciertas conductas (modelo conductista), o bien, intentan catar la atención del alumno y mantener la disciplina a base de amenazas y castigos como en la escuela tradicional.

Sin embargo, muchos otros si están dispuestos a llevar los programas a la práctica y demuestran compromiso ante la responsabilidad que han adquirido. Estos docentes comprometidos, realmente ¿son dotados con las herramientas y condiciones necesarias para fomentar el ambiente de aprendizaje tal cual se plasma en los programas de estudios?, ¿estos programas educativos realmente son flexibles para ser adaptados a la situación de cada una de las instituciones educativas del país? Estos puntos deberían ser analizados con mayor detenimiento porque es muy fácil culpar al docente de las deficiencias de la educación o de que no se alcanzan los objetivos esperados de las instituciones educativas.

Ing. Natividad de María Ortiz Acuña